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Nuestro cuerpo se comunica con nosotros todo el tiempo, y pequeños o inmensos síntomas nos señalan variaciones, novedades o problemas que el organismo puede estar atravesando. E incluso reacciones corporales sanas y normales, cuando sufren alteraciones, pueden significar necesidades específicas para nuestro cuerpo.
Este es el caso de los sudores nocturnos que, en una medida normal es simplemente el cuerpo controlando nuestra temperatura, pero que en casos extremos puede apuntar a otras razones. Los sudores nocturnos extremos merecen nuestra atención, y por esta razón hemos separado aquí 5 razones que pueden estar detrás de dicho trastorno.
1. menopausia
Las olas de calor extremo son uno de los síntomas más comunes de la llegada de la menopausia en las mujeres. Es una señal de que el periodo fértil está llegando a su fin, y la irregularidad de las hormonas en este momento puede provocar sudores nocturnos extremos.
2. ansiedad
Tensión, nerviosismo y a menudo insomnio acompañan a los trastornos de ansiedad, que pueden despertarnos empapados en mitad de la noche. El acompañamiento terapéutico es esencial para empezar a mejorar este estado.
3. hipoglucemia
Ver también: Estas fotos muestran lo que ocurrió justo después del hundimiento del TitanicLos sudores nocturnos pueden deberse a la falta de azúcar en la sangre. Para los diabéticos el síntoma puede ser habitual, ya que durante el sueño naturalmente el periodo sin recibir insulina se alarga.
4. infecciones
Muchas infecciones pueden causar sudores nocturnos, desde las más simples a las más complejas, y conviene visitar al médico para salir de dudas. Normalmente, estos casos van acompañados de otros síntomas, como fiebre o pérdida de peso.
5. trastornos del sueño
Ver también: Soñar con embarazo: qué significa y cómo interpretarlo correctamenteEn estos casos, es normal despertarse empapado en mitad de la noche y tener dificultades para volver a conciliar el sueño.
Otras enfermedades más graves también pueden presentar sudoración extrema durante la noche como una de las reacciones corporales, pero naturalmente es necesario que otros síntomas más extremos acompañen al fenómeno para que tal preocupación sea real. En cualquier caso, si la sudoración nocturna extrema se convierte en una condición frecuente, la visita al médico se hace fundamental.
No obstante, hay una serie de medidas sencillas para evitarlo -como utilizar ropa más ligera para dormir, así como sábanas y fundas más ligeras, mantener la temperatura del dormitorio y reducir el consumo de alimentos picantes, cafeína, alcohol y cigarrillos antes de acostarse- y buenas noches.
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