La historia de la aparición de los naipes y los juegos de cartas es tan antigua como la propia invención del papel, y algunos atribuyen la autoría de su creación a los chinos, y otros a los árabes. Lo cierto es que hacia el siglo XIV los naipes llegaron a Europa, y durante el siglo XVII ya eran manía en todo Occidente -el juego de cartas llegó de Portugal a Brasil y también se apoderó de nuestro país-. Más allá delcronología y la historiografía de ese origen, mucho se debate sobre el significado de las cartas: sus valores, sus divisiones, sus palos y el porqué de tal estructura. Una de las lecturas más interesantes sobre sugiere que la baraja es en realidad un calendario.
Los dos colores de las barajas representarían el día y la noche, y las 52 cartas del tipo más común equivalen precisamente a las 52 semanas de un año. Los 12 meses del año están representados en las 12 cartas con figuras (como el Rey, la Reina y la Sota) que tiene una baraja completa - y lo que es más: las 4 estaciones del año están representadas en los 4 palos diferentes y, en cada palo, las 13 cartas que los componen representan alas 13 semanas que tiene cada temporada.
La baraja de cartas más antigua que se conoce, creada hacia el año 1470 © Facebook
Pero la precisión del calendario que es la baraja va aún más allá: si sumamos los valores de las cartas, del 1 al 13 (valiendo el As 1, la Sota 11, la Reina 12 y 13 para el Rey) y multiplicamos por 4 como son los cuatro palos, el valor es 364. Los dos comodines darían cuenta de los años bisiestos, completando así el sentido del calendario hasta la exactitud.
Ver también: Este juego de cartas tiene un único objetivo: averiguar quién crea el mejor memeAl parecer, los juegos de cartas también se utilizaban como antiguo calendario agrícola, con la "semana del Rey", seguida de la "semana de la Reina" y así sucesivamente, hasta llegar a la semana del As, que cambiaba de estación y, con ella, también de palo.
Ver también: Qué es una lluvia de meteoritos y cómo se produceEl origen de este uso no está claro ni confirmado, pero la precisión matemática de la baraja no deja lugar a dudas: las cartas eran y siguen siendo un calendario preciso.