Mientras el Apolo 11 alunizaba y cientos de millones de personas veían a Neil Armstrong pisar la luna en las televisiones en blanco y negro de todo el planeta, en Río de Janeiro, casi al mismo tiempo, un grupo de periodistas y dibujantes también empezaba a pisar terreno desconocido... y comenzaba una revolución. No la fantasmagórica revolución comunista que sirvió de chivo expiatorio para elque la dictadura militar aplastara a Brasil, sino una revolución en la forma de hacer un periódico, en el humor y en las costumbres de la época.
La humanidad llegó a la luna el 16 de julio de 1969, y aproximadamente un mes antes, estos otros pioneros pusieron en los quioscos la publicación más valiente, libertina, transformadora e indignada del periodismo brasileño: en el momento de mayor endurecimiento de la dictadura militar brasileña, para horror de los dictadores que ensangrentaron el país, el 22 de junio de 1969 salió el primer número deperiódico El Pasquim .
Detalle de la portada del primer número de Pasquim
El Pasquim nació como iniciativa del periodista gaucho Tarso de Castro, para sustituir al tabloide humorístico El capó Tarso convocó al dibujante Jaguar y al periodista Sérgio Cabral para poner en marcha la empresa en un compromiso absoluto con la iconoclasia, el desenfreno sin límites, la falta de respeto por las formalidades periodísticas y el deber de convertirse en una piedra en el zapato de los poderosos.
Periodista Tarso de Castro
El nombre "Pasquim" fue sugerido por Jaguar, término que significa "periódico difamatorio, de mala calidad", para anticiparse y apropiarse de las críticas que sabía que llegarían. El Pasquim - y comenzó la revolución, que este año cumple 50 años y que cuenta con una exposición en São Paulo para celebrarlo.
Ziraldo dibujando en su mesa de la redacción de Pasquim
Pues entre la muerte de Sérgio Porto y el lanzamiento de Pasquim Con la imposición del Acto Institucional nº 5, el viernes 13 de diciembre de 1968, la realidad brasileña, ya terrible desde el golpe militar del 1º de abril de 1964, se había vuelto aún más oscura con la imposición del Acto Institucional nº 5, el viernes 13 de diciembre de 1968.Sin justificación legal ni derecho al habeas corpus, los toques de queda y la censura previa se hicieron oficiales, al igual que la tortura. Fue en este contexto que El Pasquim llegó a los quioscos- y ése era el monstruoso y evidente enemigo al que se enfrentaría el periódico, con humor, buscando la complicidad con el público y con la indignación nacional como principal arma.
Viñeta de Fortuna publicada en Pasquim
Una gran entrevista ocupaba la portada de cada número, y servía de plato principal entre crónicas, historietas, notas, consejos, fotonovelas, reportajes y, en definitiva, todo lo demás que las brillantes mentes del Pasquim La primera revolución formal tuvo lugar en el primer número: al transcribir de la cinta al papel la entrevista con el periodista Ibrahim Sued, Jaguar no utilizó la técnica de la "copidesca" -y no tradujo la informalidad de la conversación a la dureza del llamado lenguaje periodístico-. La entrevista se publicó entonces con la naturalidad, el despojamiento y el desenfado deuna charla entre amigos, y así, en palabras del propio Jaguar El Pasquim empezó a "quitar la corbata" al periodismo brasileño.
Ivan Lessa y Jaguar en la redacción
En seis meses, el semanario, que comenzó con una tirada de 28 mil ejemplares, se convirtió en uno de los mayores fenómenos editoriales de la historia del país, alcanzando ventas medias de 100 mil ejemplares semanales (superiores a las ventas de las revistas Véase e Titular Para entonces, ya se habían unido al equipo otros gigantes del periodismo y la caricatura brasileños, como Henfil, Martha Alencar, Ivan Lessa, Sérgio Augusto, Luiz Carlos Maciel y Miguel Paiva.
Miguel Paiva en la portada del periódico en 1970
"Cuando empecé a trabajar en Pasquim, sólo tenía seis meses", recuerda el dibujante Miguel Paiva, en una entrevista exclusiva para Hypeness: "Ya era un gran éxito, y lo más sorprendente era que sólo había pasado un año desde la implantación del AI-5, el acto institucional que endureció definitivamente la dictadura militar.costumbres y lengua, consiguió sobrevivir y crear una relación de complicidad y apoyo con el lector como nunca antes se había visto". Paiva sólo tenía 19 años cuando empezó a colaborar con El Pasquim y si la libertad de expresión tenía los días contados en aquel año 1969, fue vivida con la intensidad que merece por los Pasquim .
Ver también: Falsos montajes de Instagram que refuerzan las normas y no engañan a nadieViñeta de Ziraldo sobre la dictadura
Temas como el sexo, las drogas, el feminismo, el divorcio, la ecología, la contracultura, el rock n' roll, el comportamiento, además, por supuesto, de la política, la represión, la censura y la dictadura eran tratados en las páginas del tabloide de la misma forma que se solía hablar en las mesas de los bares o, en este caso, en las arenas de la entonces subversiva playa de Ipanema -pero con el toque de genialidad de algunos de los grandes nombres de nuestro humor yCuando la censura empezó a perseguir no sólo a El Pasquim Como todos los que predicaban y vivían el libre pensamiento y la libertad de expresión, el periódico siguió hablando de todo lo que quería hablar -de forma indirecta, metafórica, contando con la inteligencia y la complicidad de su público, como quien intercambia un guiño secreto que revela el verdadero contenido: luchar contra la represión riéndose en la cara de la censura.
En una viñeta de Millôr Fernandes, la censura se divierte leyendo O Pasquim
Pero junto con la libertad de expresión, la alegría sin restricciones también tenía los días contados. Todavía en 1969, la entrevista a Leila Diniz -que publicó todas las valientes opiniones de la actriz, incluidas las 71 palabrotas pronunciadas por Leila, sustituyéndolas sólo por asteriscos- encendió la censura, que instituyó, a causa de la entrevista, la tristemente célebre Ley de Prensa, que permitía al régimen censurar aA partir de este histórico número 22 de la Pasquim publicado el 15 de noviembre de 1969, la dictadura exigió que el periódico enviara todo su material para su aprobación -o sería descuartizado- antes de su publicación.
Portada de la edición histórica con Leila Diniz
Ver también: El increíble fenómeno que hace que las nubes adopten formas inusuales y sean un peligro para los avionesEn 1970, la persecución indirecta del Pasquim El 31 de octubre, casi toda la redacción fue detenida con el pretexto de que el periódico había publicado una viñeta deshonrosa con un cuadro de Pedro Américo, en el que aparecía Pedro I en la independencia, pero gritando "Eu Quero Mocotó", citando la emblemática canción de Jorge Ben lanzada por el Trío Mocotó ese mismo año, en lugar del grito de Ipiranga. Eso fue todo lo que hizo falta: todos fueron detenidos", relata.Permanecimos libres y dirigiendo el periódico con algunos héroes como Martha Alencar, Chico Jr, Henfil, Millôr y el propio Miguel: "Permanecimos un poco clandestinos, un poco asustados, teniendo la rigurosa misión de publicar el periódico sin que nadie se diera cuenta de que la redacción no estaba allí", recuerda el dibujante.
La intervención de Jaguar en el cuadro de Pedro Américo que provocó la detención del equipo
Al fin y al cabo, estaba prohibido que el periódico difundiera la noticia de la detención, y los recursos utilizados por el equipo restante para mantener la complicidad con el público fueron muchos: "Tuvimos que recurrir a una repentina gripe colectiva, que habría afectado a todos los miembros de la redacción, y que justificó la ausencia del equipo principal. Este drama duró dos meses y medio y, pensando en la actualidad, afectó enormemente a laestabilidad comercial del periódico", afirma el dibujante.
Portada del "automático" Pasquim, que trabaja sin la plana mayor. En detalle: "Pasquim: el periódico con algo menos"
"Al cabo de un tiempo, el lector empezó a notar la bajada de calidad. A pesar de nuestros esfuerzos, no eran Tarso, Jaguar, Sérgio Cabral, Ziraldo... Todos eran artistas muy singulares y con mucho talento, y la cárcel acabó por hacer bajar las ventas del periódico", recuerda Paiva.
Dibujos animados de Fortune
La redacción del Pasquim Permaneció en prisión hasta febrero de 1971, y en este período la clase artística se mostró dispuesta a ayudar al periódico a continuar en circulación: nombres como Antônio Callado, Chico Buarque, Glauber Rocha, Rubem Fonseca, Carlos Drummond de Andrade y muchos otros intelectuales pasaron a colaborar con la publicación.
Cartel que publicita indirectamente el regreso del equipo a las páginas tras la cárcel
El impacto, sin embargo, asfixió al periódico, reduciendo sus ventas y aislándolo comercialmente - y, por muy heroicamente que Jaguar siguiera publicando hasta 1991, a partir de mediados de los 70 el tabloide nunca tendría la misma fuerza que había alcanzado en sus primeros años. Ziraldo llegaría a resucitar el periódico en una deliciosa pero breve aventura, titulada OPasquim21 de 2002 a 2004, que incluía a algunos de sus antiguos colaboradores y también nombres de la nueva generación.
Ejemplos de viñetas devueltas "prohibidas" por la censura
Esta historia única e importante para el periodismo brasileño es contada y celebrada al cumplir cinco décadas con la exposición "O Pasquim 50 anos", en el SESC Ipiranga, en São Paulo. La muestra, diseñada por la escenógrafa Daniela Thomas, hija de Ziraldo, se exhibirá hasta abril de 2020, con portadas, entrevistas, caricaturas memorables, además de muchos trabajos que fueron censurados para el público.En un contexto como el actual, en el que los fantasmas de la censura y la represión vuelven a acechar la realidad y la intelectualidad brasileña, visitar el legado de las más de 1.000 ediciones del periódico es fundamental.
El ratón Sig, la mascota del periódico, anunciando la exposición
"No vivimos hoy una dictadura explícita como la que comenzó en 1964, pero sí momentos y situaciones similares. Las consecuencias del gobierno de Bolsonaro en la cultura, más la crisis que azota a la prensa tradicional hacen que el Pasquim del pasado se parezca mucho a la prensa online de hoy", dice Paiva. "Los periódicos impresos se venden muy poco, pero la información sobrevive en la web. como hace 50 años,hay una luz al final del túnel, aunque ese túnel sea muy largo".
El SESC Ipiranga se encuentra en la Rua Bom Pastor, 822 - Ipiranga, en São Paulo, y la exposición puede visitarse de martes a viernes, de 9h a 21h30, los sábados, de 10h a 21h30, y los domingos y festivos, de 10h a 18h30. Y si el futuro del país es incierto, al menos la entrada es gratuita.