Puede que el Día de la Madre ya haya pasado, pero el Día de la Familia se celebra hoy, día 15. Al fin y al cabo, no todas las familias tienen madre, padre, hijos... pero todas merecen un día para celebrarlo.

Para conmemorar la fecha, el Telecine Play cuenta las historias reales de cuatro familias brasileñas que bien podrían convertirse en una película. aunque no reciben tanta atención como los héroes del cine, viven tramas llenas de giros y se enfrentan a cualquier obstáculo para permanecer juntos. sus historias tienen dosis de suspense, drama, comedia, aventura y, por supuesto, mucho amor.

1. Julio, María José y Elsa

Julio Queiroz tenía seis años cuando su padre abandonó a la familia. Afortunadamente, la auxiliar administrativa Maria José, madre del niño, no tuvo que enfrentarse sola al reto de criarlo y contó con la ayuda de su hermana, Elsa, que vino de Minas Gerais a Río para completar el núcleo familiar.

A los 18 años, Julio ingresó en la universidad con la ayuda de Prouni y pudo contribuir a la economía familiar con el sueldo de unas prácticas.

Como no todo es perfecto, María José perdió su trabajo al mismo tiempo. Los ingresos por jubilación de Elsa seguían siendo escasos y el dinero de las prácticas de Julio fue crucial para cubrir los gastos del trío. También se aseguró de que su madre, que nunca había terminado sus estudios, volviera a la escuela.

Actualmente, ambos tienen diploma en mano: Julio ha terminado la carrera de Comunicación Social, mientras que María José puede estar orgullosa de haber terminado el Bachillerato." Mi madre siempre se sacrificó para que yo pudiera seguir estudiando, ese era el momento de devolverle todos los cuidados que tuvo conmigo ", dice el joven, que ahora tiene 23 años.

2. Cristiane y Sophia

A los dos años, Sophia fue diagnosticada de Trastorno del Espectro Autista. Dos años después, su madre, Cristiane, se separó del padre y volvió a vivir con sus padres, donde comparte habitación con su hija. Su relación es intensa, ya que la madre se encarga de recogerla y llevarla al colegio, ir a terapia y salir de vacaciones.

Para hacer frente a todo y seguir el desarrollo de Sophia, que ahora tiene 12 años, Cristiane buscó un trabajo que ofreciera un horario flexible. Profesora de teatro, diseñadora de vestuario y payasa, se alegra de poder decir que la niña contradice la idea de que los niños con autismo no son cariñosos.

" Cada autista, al igual que cada uno de nosotros, es todo un universo. Todos somos diferentes, esa es la única regla: la falta de regla. El género humano se une en lo que tiene en común: la diferencia. Cualquier imposición de norma es mentira. Por eso a Sophia le encanta que la abracen, la besen y la acaricien y devuelve de la misma manera...". ", dice la madre.

3. Lizandro, Thomáz, Fabiana, Fernanda y Julia

Cuando la madre de Lizandro falleció, él sólo tenía siete años. Desde entonces ha sido criado por su padre, que siempre se ha mostrado emocionalmente distante. De su experiencia infantil surgió el sueño de ser padre también, pero siguiendo un guión muy diferente.

La relación, sin embargo, no duró: él y su ex mujer se separaron cuando su hijo tenía un año y medio. El padre consiguió la custodia de su hijo, que utilizó su experiencia para hablar de la paternidad en su blog Soy padre soltero .

Pero la vida da un vuelco y Lizandro ya no está soltero, no: hace un año se reencontró con Fabiana, un viejo amor, y se casó de nuevo. Ella ya era madre de Fernanda, también de otro matrimonio, y hoy esperan un nuevo bebé juntos, Julia, que nacerá a finales de julio." Juntar dos hijos pequeños de otro matrimonio y volver a quedarse embarazada transforma la vida por completo, ¡se convierte casi en una gymkhana! ", dice.

4 Rogério, Weykman, Juliana, Maria Vitória, Luiz Fernando y Anna Claudia

En 2013, el auditor fiscal Rogério Koscheck y el contable Weykman Padinho decidieron oficializar su unión estable. La pareja soñaba con adoptar un niño y una niña, pero quedó encantada con la historia de cuatro hermanos que vivían en un centro de acogida, tres de ellos con anticuerpos del VIH.

La primera en tener contacto con la pareja fue Juliana, entonces de 11 años, que preguntó si Weykman y Rogério "eran hermanos" y escuchó la respuesta de que ambos eran pareja. Maria Vitória, entonces de casi tres años, también simpatizó inmediatamente con la pareja.

No había más remedio: decidieron adoptar a toda la familia, aun sabiendo que sería un gran reto. Exactamente 72 días después, el cuarteto se mudó para llenar de amor la vida de la pareja, que fue la primera en ganar el derecho a una baja de paternidad de seis meses en Brasil. Y aunque aún no ha terminado, esta historia ya tiene un final feliz: gracias al tratamiento precoz, noniño desarrolló el virus.

¿Alguna duda de que estas familias harían una película? Para celebrar el Día de la Familia, la Telecine Play creó un lista de reproducción especial con otras historias que demuestran que la familia no tiene una única forma.Bien ♡