No sólo las drogas ilegales alteran nuestra conciencia - y dependiendo de la cantidad, algunos elementos triviales de nuestra vida diaria pueden darnos un "subidón" más fuerte que muchas plantas erróneamente consideradas peligrosas. Un reciente post en Facebook prueba tal hecho: después de ingerir accidentalmente el equivalente a 12 tazas de café espresso, un ciudadano estadounidense estaba tanforma "loca", que afirmaba alcanzar "la quinta dimensión" y haber llegado a ser capaz de "oler los colores". La historia se ha traducido a continuación a partir de los posts originales, publicados íntegramente y en inglés en el sitio web Bored Panda.
"Esta es la historia de cómo mi día fue totalmente nada más empezar", reza el post, en el que explica que, al llegar al trabajo en el puerto, se encontró con un amigo que le ofreció café... y él aceptó: el amigo le ofreció una taza grande y le dijo que conseguiría otras. "Aquí es donde las cosas empeoran", dice, recordando que, mientras se bebía la taza entera, vio llegar a su amigo con pequeños vasos de plástico, muyLa cosa es así: el café que le ofrecieron era del tipo cubano, equivalente en cafeína e intensidad al doble del café normal. Su amigo pretendía dividir el líquido en varios vasitos, pero acabó bebiéndose todo el contenido. Dentro del vaso había unas 6 dosis de cubano, para diluir o repartir entre muchos.
"En esencia, por lo tanto, me bebí en 5 minutos 12 tazas de café", informa. "Ahora son las diez y media de la mañana, unas dos horas y media después y mis piernas no paran de temblar, he tirado de 42 contenedores de 12 metros cada uno a través del puerto con mis propias manos, y puedo ver y oler los colores", informa.El tono del post era entre cómico y desesperado, y al final todo salió bien.Pero más allá de laLa historia nos hace reflexionar sobre cómo la relación entre la legalidad y el efecto de ciertos ingredientes en realidad no tiene ningún sentido: el azúcar, el alcohol, el tabaco, la sal y, por supuesto, el café, provocan diversas alteraciones en nuestra conciencia, y por eso no están -ni deberían estar- prohibidos, del mismo modo que deberían estarlo ciertas drogas que todavía se consideran ilegales.
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