Una mujer y madre de dos hijos decidió organizar un trío para el cumpleaños de su marido. Pero la experiencia fue mucho mejor de lo que esperaba. Al final se encontró más interesada en la mujer que en su marido y se descubrió lesbiana.

Theresa Rose tiene 36 años y vive en Portland, EE.UU. Dice que siempre ha sido infeliz en su matrimonio, pero no sabía exactamente por qué, así que se le ocurrió la idea de hacer un trío para relanzar su relación... ¡y funcionó! Descubrió lo que le faltaba, pidió el divorcio y empezó una relación con una mujer sólo tres semanas después.

Rose dijo que le hizo darse cuenta de lo "emocionalmente superficial y solitaria" que era la relación con su marido, en comparación con la "conexión" instantánea que sintió con la mujer.

"Al experimentar esa interacción íntima con una mujer por primera vez, la profundidad física y emocional fue [tan intensa]", declaró al New York Post durante una entrevista reciente. "Me dije: 'Dios mío, esto es lo que me faltaba'". Tras permitirse estar con una mujer, se dio cuenta de que ésa era la razón de su infelicidad en el matrimonio: la falta de interés por el género masculino.

Rose se crió en una familia muy católica y dijo que creció escuchando comentarios homófobos y que la gente tenía la creencia de que "todos los gays van a ir al infierno". Cree que su estricta educación hizo que no se abriera a la posibilidad de relacionarse con mujeres.

Desgraciadamente, el marido de Rose -cuyo nombre no se ha revelado por razones de privacidad- no apoyó su decisión de separarse para vivir plenamente. Cuando ella le contó sus sentimientos, y a él no le gustó nada, llegó a "delatarla" ante sus padres conservadores, sus amigos y su grupo de estudio de la Biblia. Es lo que se suele decir: sólo se conoce de verdad a una persona cuando termina la relación.

Muchos de sus seres queridos no se tomaron bien la noticia, lo que sacudió la psique de Rose, que admite que llegó a pensar en el suicidio.

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Sin embargo, conoció a Jacqui, a quien atribuye el mérito de haberle salvado la vida. Llevan juntos más de un año y desde entonces se han trasladado de California a Oregón para criar juntos a los hijos de Rose, de seis y ocho años. Rose ya no habla con sus padres y ahora se identifica como atea.

A menudo publica vídeos sobre su viaje en TikTok bajo el nombre de usuario @Raising2Activists, donde suma más de 130.000 seguidores. "Es tan liberador vivir por fin de forma auténtica.

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