Ver ponerse el sol es quizás una de las cosas más místicas de la vida. Siéntate cómodamente en un día soleado y, sin prisas, observa cómo se va. Durante unos minutos o incluso horas, verás el mundo desde una nueva perspectiva, dejarás de lado tus problemas y sentirás toda la magnanimidad de la naturaleza. Mejor aún si puedes transformar este momento en arte, como el sitio Mi Met Moderno enseña.
Si quieres pasar unos momentos tranquilos en tu casa, prueba a pintar una puesta de sol. Sólo necesitarás un papel especial o un lienzo en blanco, diferentes tonos de pintura acrílica y algunos pinceles y, aunque te falte inspiración, te dejamos algunas fotos para que elijas tu favorita.
Una vez que tengas todo el material separado, es hora de usar y abusar de tu imaginación. Incluso vale la pena crear tonos inusuales y mezclar distintos colores de pintura, hasta que consigas ese color que sólo tú tendrás. Empieza pintando el fondo con un pincel plano y termina con un pincel más fino para los detalles. Para dejar marcas de pincel, cuanto más pequeño y redondo sea el pincel, mejor ¿Empezamos?
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Pinta tu primera capa de colores Diluye los pigmentos en agua para oscurecerlos poco a poco. No es el momento de dejar la pintura perfecta, no te preocupes si aún no queda bien. 
Empieza a añadir más color Cuida más el diseño a partir de ahora. Elige bien las zonas donde lo harás más oscuro y más claro. 
4. añadir cada vez más colores Es el momento de pintar el cielo, añadir tonos azules, naranjas, rosas e incluso morados. 
5. hora de dar los últimos retoques Ahora, ya no es necesario diluir la pintura en agua para dar a la obra ese aspecto brillante. 
6. esperar a que se seque Antes de mover el papel o intentar colgarlo en la pared, espera a que la pieza se seque por completo. 
