El tatuador y aficionado a las modificaciones corporales Michel Faro Prado, de 46 años, está llevando la práctica del "body mod" a un nuevo nivel. El "Diablo Praddo", como él mismo se llama, se ha quitado un dedo para tener "garras", se ha añadido colmillos a la boca, se ha puesto cuernos y se ha quitado parte de la nariz para tener un aspecto muy diferente.

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La brasileña de 46 años ha llevado el body mod a nuevas cotas con transformaciones que hacen cuestionarse los límites de la práctica

Con más de 65.000 seguidores en Instagram, Prado se gana la vida como tatuador y se ha convertido en un referente -quizá demasiado extremo para muchos- en el concepto de body mod. Tras quitarse un dedo para crear el llamado 'proyecto garra', llamó la atención de medios internacionales, como el Daily Mirror, que dedicó un reportaje al brasileño.

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En 2020, el tatuador se presentó a las elecciones como 'Diabao Prado' para el cargo de concejal en la ciudad de Praia Grande, en el litoral sur de São Paulo. Con 352 votos, no fue elegido para el cargo parlamentario, pero recogió conflictos con el partido aliado de Jair Bolsonaro e incluso fue expulsado de la leyenda.

Sin embargo, Diabão no siempre fue así. Las modificaciones corporales se han intensificado mucho en los últimos años:

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Diabão declaró que no tiene tantos problemas con el dolor. "No encuentro nada tan doloroso.Sufro mucho más en los postoperatorios que en ellos.Me encantaría no sentir dolor.Pero necesito sentirlo para conquistar lo que quiero.Así que lo afronto" Prado declaró al periódico británico.