Mostrar la cara real de un tema tan complejo y profundo como el consumo de drogas es lo que moviliza el trabajo del fotógrafo Jeffrey Stockbridge, y este fue el espíritu que le llevó a registrar la vida en la avenida Kensington de la ciudad de Filadelfia, EE.UU. Famosa por la enorme cantidad de consumidores de drogas y prostitución, la avenida sirve de escenario para una oscura realidad de esta gran ciudadestadounidense - y revelar tal faceta a través de la revelación de sus fotos es en lo que se basa el proyecto "Kensington Blues".
Durante el periodo comprendido entre 2008 y 2014, el fotógrafo buscó no sólo registrar en imágenes, sino también hablar y sacar a la luz la vida y la historia de las personas que ahora residen en este peligroso barrio. Mirar de frente lo que la criminalización y los prejuicios prefieren ocultar es el gesto fundamental que movió cada clic y cada conversación en la obra de Jeffrey.
Las drogas, la prostitución, la violencia y tantas otras luchas son el tema fundamental de esos encuentros. "El objetivo de mi trabajo es permitir que las personas se relacionen entre sí de un modo fundamentalmente humano, más allá de las diferencias habituales", afirma. "Confío en la sinceridad y la palabra de quienes fotografío para que me ayuden en este proceso".
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Las gemelas Tic Tac y Tootsie: "Necesitamos dinero rápido para tener dónde dormir todos los días. Hago lo que haga falta para cuidar de mi hermana.
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Al vive en una casa sin electricidad ni agua corriente; a veces alquila una habitación para que las prostitutas puedan trabajar.
Licenciada en psicología, a los 55 años Sarah se trasladó a Kensington tras perder a toda su familia en un accidente de coche.
Carroll duerme en la calle durante el día para poder protegerse por la noche.
Pat y Rachel dejaron a sus hijos en una agencia especial: "Mucha gente piensa que es un gesto egoísta, pero era lo mejor que podíamos hacer por su futuro", afirma.
Bob
Jamie cuenta cómo la violaron y casi la matan
A sus 25 años, Tanya lleva trabajando con el sexo desde los 18
Carol lleva 21 años consumiendo heroína: "Es el amor de mi vida", dice.
Las venas de los brazos de Sarah ya no servían para la aplicación de heroína, así que le pidió a Dennis que se la aplicara en el cuello.