William Kamkwamba es un joven malauí que sólo tenía 14 años cuando decidió innovar y ayudar a su familia en Kasungo (Malawi). Sin acceso a la electricidad, William quiso aprovechar el viento y construyó un molino generador de energía, que hoy sirve para equipar la casa familiar con cuatro lámparas y dos radios. Un verdadero ejemplo de que la voluntad es nuestra principal arma.
William tuvo la idea después de encontrar un libro, "Using Energy", que daba algunas instrucciones básicas, pero no se ciñó a él: en primer lugar, era imposible copiar lo que había en el libro, porque William simplemente no podía permitírselo - así que el joven utilizaba piezas que encontraba en la chatarra o en la calle En segundo lugar, adaptó el molino a sus propias necesidades y a lo que mejor funcionó durante sus diversos intentos.
La historia llegó a un periódico local y se difundió rápidamente, lo que hizo que William fuera invitado a varias charlas, incluida la del vídeo de abajo, en las conferencias TED, ya con 19 años. Allí contó su historia y dejó un sueño: construir un molino de viento aún más grande para ayudar con el riego a toda su comunidad (que sufre la sequía en los campos).
Nadie en el público dudaba de que William pudiera hacerlo: es asombrosa la sencillez con la que dice "Lo intenté, lo hice" ¿No debería ser siempre así?
Ver también: Un ilustrador muestra cómo serían los príncipes Disney en la vida realEl reconocimiento del esfuerzo y la iniciativa del joven, que vive en un lugar modesto y con muy pocos medios, hizo que la comunidad TED se movilizara para ayudar a mejorar el sistema energético (incorporando energía solar), y para procurarle una mejor educación. También hubo proyectos para limpiar el agua (bombeada por el molino de viento de William, que se mejoró, como se ve en la fotoWilliam también tuvo la oportunidad de estudiar en la African Leadership Academy.
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