Parece que tener un gato se ha convertido en algo normal - en Paraná, una familia ha decidido compartir felizmente su espacio con 7 tigres adultos. Todo empezó cuando el criador Ary Borges rescató a dos tigres hermanos de un circo donde los maltrataban.
La familia Borges, de Maringá, en Paraná, adoptó entonces a los dos felinos, Dan y Tom, de más de 350 kilos cada uno, y el grupo ha ido creciendo. Ahora Ary, su mujer, tres hijas y una nieta se enfrentan a una batalla legal para quedarse con los animales, pero garantizan no tener miedo a la convivencia.
"Por desgracia, hay muchos animales que mueren en los zoológicos. Los míos reciben un trato excelente, estamos preservando y conservando la especie. Tenemos un gran equipo de veterinarios, les damos lo mejor" Sus propias hijas, Nayara y Uraya, dicen que los echarían mucho de menos si tuvieran que marcharse, y Uraya incluso deja que su hija de 2 años se siente encima de los tigres.
A pesar del cariño con el que se les trata, que según Ary es suficiente para recuperarlos, los expertos señalan que son animales salvajes A continuación se muestra un reportaje realizado con esta familia poco convencional, donde incluso se puede ver cómo los tigres no siempre reaccionan de forma tranquila.
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La cría es muy cara, cerca de 50.000 reales al mes, pero Ary cobra por las visitas turísticas a la casa, así como por la participación en películas y anuncios, para sufragar los gastos de mantenimiento de los animales. La pregunta sigue siendo: ¿amor o locura?
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