Desnudos, sexting o simplemente esa "foto de ahora". El intercambio de fotos sexys que hoy tenemos tan fácilmente en nuestras manos fue antaño mucho más complejo... ¡y artístico! El cuadro "Beauty Revealed", un autorretrato del artista estadounidense Sarah Goodridge (1788 - 1853) parece ser el primer caso de desnudos del que se tiene constancia.
Los descendientes del Secretario de Estado de EE.UU., Daniel Webster (1782 - 1852), dicen que Goodridge lo pintó para él. La historia es un poco nebulosa, pero podemos adivinar por qué.
La artista estadounidense Sarah Goodridge (1788 - 1853) es la autora del primer desnudo conocido
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Robert Remini, en su libro de 1997 "Daniel Webster: The Man and His Time", señala que tras la muerte de su primera esposa y madre de sus cinco hijos, Grace Fletcher, Webster fue a menudo objeto de rumores en Washington sobre posibles aventuras amorosas que estaba viviendo.
En aquella época, muchos sospechaban que la pintora Sarah Goodridge, con la que mantenía una relación bastante estrecha, era su amante.
Aquel cotilleo acabó cobrando más picante cuando Goodridge envió a Webster este cuadro de 6,6 cm por 7,9 cm de sus pechos desnudos. La miniatura, pintada en acuarela sobre una tira de marfil, va dentro de una caja de cuero rojo sangre con dos broches. Como la propia Goodridge, el cuadro era algo sexy para tener y conservar.
El hecho de que Goodridge decidiera no mostrar su rostro, sino sólo sus pechos desnudos, sugiere que la imagen no era para consumo público. Para el mundo, los pechos no tenían dueño, pero para la pintora y su cliente (realizó muchos retratos de Webster), era un símbolo de intimidad.
El escritor John Updike reflexiona sobre el significado de la imagen en su ensayo de 1993 "The Revealed and the Hidden" (Lo revelado y lo oculto), en el que verbaliza el mensaje de los pechos: "We are yours to take, in all our ivory beauty, with our nipples tenderly dotted" (Somos tuyas para que nos tomes, en toda nuestra belleza de marfil, con nuestros pezones tiernamente salpicados) Webster escondía sus pechos "como una gota de azúcar en el fondo de su boca".
Aunque Webster se casó más tarde con otra persona, su familia conservó el retrato hasta la década de 1980, cuando fue subastado en Christie's por 15.000 dólares y adquirido por Gloria y Richard Manney en 1981.
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