La influencer y activista por los derechos de los animales Luisa Mell sigue sufriendo a causa del caso de violencia médica que sufrió el año pasado.
A finales de 2020, Mell acudió a realizarse un sencillo procedimiento estético: una sesión de depilación láser en las axilas. Cuando la activista despertó, el médico le dijo que le había hecho un "regalo": sin autorización de Luisa, le practicó una liposucción en la región.
Ver también: La mujer más alta del mundo padece una rara enfermedad que acelera su crecimientoLuisa Mell sigue sufriendo traumas psicológicos y físicos por la violencia médica
Ver también: 11 películas que muestran a las personas LGBTQIA+ tal y como son en realidadLa intervención quirúrgica fue autorizada por Gilberto Zaborowsky, ex marido de Luisa Mell. En otras palabras, el médico consideraba que su marido tenía la posibilidad de decidir sobre el cuerpo de la activista, pero no ella.
Casi un año después, Luisa sigue sufriendo las consecuencias de la violencia médica. En su Instagram, la activista ha descargado con frecuencia su frustración al respecto. En un directo en las redes sociales, afirmó que "sólo piensa en morir".
"Lo siento, necesitaba decíroslo, porque últimamente sólo pienso en morirme, ¡Dios no lo quiera! Pero tengo hijos, tengo mis mascotas, pero no quiero vivir así", dijo Mell en un directo.
La semana pasada, publicó un texto sobre el tema. "Perdonar no es dejar de castigar, ni acusar a alguien. De hecho, no se trata del otro. Por eso nuestros sabios nos enseñan que si un hombre perdona a quienes le han hecho daño, si muestra benevolencia y generosidad hacia sus semejantes, el cielo le tratará de la misma manera. Aprovecho esta oportunidad y pido perdón a todos aquellos a los que he hecho daño. Y que todos seamos inscritos", dijo la influencer.
Luisa afirma que aún tiene cicatrices físicas y psicológicas de la intervención y ha utilizado su plataforma para denunciar la violencia médica. Una de cada cuatro mujeres en Brasil ya ha sido víctima de este tipo de delito en Brasil.