El 22 de octubre, la NASA eligió la fotografía de Jheison Huerta como "foto astronómica del día", honrándola con la leyenda: "¿Qué refleja el espejo más grande del mundo en esta imagen?" La maravillosa imagen de la Vía Láctea fue tomada por el fotógrafo peruano, que tardó tres años en regalarnos esta hermosa fotografía, tomada en el mayor desierto de sal del mundo: el Salar de Uyuni.

Abarcando más de 130 km, la región se convierte en un auténtico espejo durante las estaciones húmedas, y es el lugar perfecto para los profesionales en busca del récord perfecto. "Cuando vi la foto, sentí una gran emoción. Lo primero que me vino a la mente fue la conexión entre el hombre y el universo. Todos somos hijos de las estrellas".

En una entrevista concedida a la BBC, clasifica su creación como "astrofotografía de paisaje", también llamada de campo amplio, que es una de las ramas que componen la astrofotografía. Si hasta hace poco la astrofotografía se asociaba a los telecoscopios, en los últimos años estamos viviendo un auténtico boom de esta rama, especialmente en Latinoamérica, que cuenta con lugares perfectos para captar estas imágenes.

La gran pregunta es: "¿Por qué tardó tres años en completar esta fotografía?", explica el fotógrafo: "En el primer intento de hacer la foto -en 2016-, me sentí muy frustrado porque pensé que había capturado una foto estupenda, pero cuando llegué a casa y analicé la foto, vi que mi equipo no tenía la capacidad de obtener una imagen limpia y clara."

En 2017, con mejor equipo, tuvo la mala suerte de viajar bien entrada una semana en la que el cielo estaba nublado. El sueño de la fotografía perfecta volvió a posponerse. En 2018, Jheison también regresó, pero fotografiar la Vía Láctea es mucho más complejo de lo que parece. La fotografía que se hizo viral tras ser compartida por la NASA fue realizada en 2019, 3 años después del primer intento.

¿Cómo se hizo la foto?

En primer lugar, se tomó una fotografía del cielo. A continuación, Huerta tomó 7 fotografías para cubrir todo el ángulo de la Vía Láctea, lo que dio como resultado una fila de 7 imágenes verticales del cielo. Después, inclinó la cámara hacia el suelo para tomar otras 7 fotografías del reflejo, lo que dio como resultado 14 imágenes.

Y por último, devolvió el ángulo de la cámara al centro de la Vía Láctea, corrió unos 15 metros y, con un mando a distancia inalámbrico, pulsó el botón desde lejos.