La mayoría de las razas caninas se desarrollaron en laboratorios gracias a la intervención humana, y el carlino no es una excepción. Simpático y sociable, con sus ojos saltones, cuerpo pequeño y cabeza grande, el animal se ha convertido en los últimos años en una de las razas más populares del mundo, pero este aumento preocupa a científicos y veterinarios de todo el mundo.

Precisamente por tratarse de una raza desarrollada en laboratorio, los cruces intencionados y repetidos para crear nuevos carlinos también subrayan y ponen aún más de manifiesto los numerosos problemas de salud que presenta la raza.

El hocico corto y plano, con orificios nasales pequeños y estrechos, dificulta la respiración del animal -que se ve aún más entorpecida por el cráneo pequeño, donde se acumula tejido de las vías respiratorias que bloquea el paso del aire- y los problemas respiratorios también provocan problemas estomacales e intestinales. Los ojos saltones, también consecuencia de la cabeza pequeña y plana de los carlinos, no sólo traen laamenaza de lesiones oculares para la mascota, así como una mayor dificultad para cerrar completamente los párpados, lo que puede causar úlceras, sequedad ocular e incluso provocar ceguera.

Y eso no es todo: la raza suele presentar problemas óseos, los pliegues de la piel pueden provocar alergias y enfermedades por la acumulación de hongos, la nariz chata dificulta la regulación de la temperatura corporal -que en los perros se hace por la nariz- y la gran cabeza sigue obligando a que la mayoría de los carlinos nazcan por cesárea.Para agravar aún más la situación y la preocupación de los veterinarios, elLa mayoría de los propietarios de la raza desconocen tales características - y, por eso, muchas veces acaban descuidando, sin querer, la salud de su mascota. Por eso, la información y las visitas frecuentes al veterinario son fundamentales para que convivir con un carlino no sea una tortura para nadie - principalmente para la mascota.