Una visionaria, capaz de transformar ideas en proyectos reales, que ve oportunidades donde otros ven retos, que transforma metáforas en ladrillos y cemento, con logros icónicos que son al mismo tiempo sutiles y elegantes - así se presentó la arquitecta Elizabeth Diller, al ser incluida por segunda vez en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista estadounidense TIME.
En la lista de 2018 figuran otros grandes nombres en sus campos, como Justin Trudeau, Jimmy Kimmel, Roger Federer, Oprah Winfrey y Shinzo Abe.
Ver también: La pizzería más antigua del mundo tiene más de 200 años y sigue siendo deliciosaArquitecta Elizabeth Diller
Más que figurar por segunda vez en la lista conocida como "TIME 100", en 2018 Diller fue incluida en la categoría de "Titanes", junto a personajes de la talla de Elon Musk, Kevin Durant, así como el mencionado Federer y Oprah, entre otros.
Ver también: Burj Khalifa: el edificio -todavía- más alto del mundo es una maravilla de la ingenieríaLa arquitecta estadounidense es la única de su especialidad citada en la lista, y su inclusión como "Titán" la sitúa en una posición especial y única en términos de reconocimiento dentro del mundo de la arquitectura.
El edificio del Museo de Arte Broad de Los Ángeles
Diller fundó, junto con su marido, la empresa Diller Scofidio + Renfro, responsable de varias obras grandiosas e impactantes. Entre sus edificios emblemáticos figuran el Museo de Arte Broad de Los Ángeles, la renovación y ampliación de la escuela de arte Julliard, la ampliación del MoMA de Nueva York, el diseño del Museo de la Imagen y el Sonido de Río de Janeiro, y también (probablemente su obra más reconocidaobra) el High Line de Nueva York, que transformó una antigua vía férrea abandonada en un hermoso parque elevado.
Línea alta
La lista de logros de Diller y su oficina es inmensa, y la sitúa como alguien que entiende la arquitectura mucho más allá de un envoltorio, de un edificio simplemente bello y funcional: es algo capaz de interferir directamente en la vida de las personas y de una ciudad, capaz de conmoverlas y emocionarlas.
Y Diller lo hace como artista, provocadora y pensadora, y así es como ha llegado a lo más alto de su profesión.
Arriba, el Alice Tully Hall del Lincoln Center de Nueva York; abajo, el interior del edificio.
Escuela de arte The Shed en Londres