Pequeños y simpáticos, los caballos Falabella parecen salidos de una juguetería. Con una altura media de sólo 70 centímetros, están considerados los más pequeños del mundo y aparecieron a mediados del siglo XIX.
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No hay consenso sobre su origen. La hipótesis más aceptada es que descienden de las razas andaluza e ibérica, traídas a Sudamérica por los conquistadores españoles. Con el tiempo, estos caballos fueron abandonados y tuvieron que valerse por sí mismos en un entorno sin muchos recursos. La mayoría de los ejemplares supervivientes, de mediados del siglo XIX, eran de menor tamaño y se convirtieron encriados para generar caballos aún más pequeños.
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El primer responsable de la cría de la Falabella fue Patrick Newtall en Argentina en 1868. Tras su muerte, su yerno Juan Falabella se hizo cargo del negocio, dándole su nombre. Añadió a la raza las líneas de sangre del Poni Galés, el Poni Shetland y el Pura Sangre para disminuirla aún más.
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En los años 40, bajo el mando de Julio C. Falabella, la cría, ahora legalmente registrada, dio lugar a caballos de menos de 100 centímetros de altura. Con el tiempo y la popularización de estos animales, su tamaño siguió reduciéndose hasta alcanzar los 76 centímetros.
A pesar de ser muy pequeños, los Falabella no se consideran ponis, sino minicaballos. La principal justificación es su estructura física similar a la de las razas Árabe y Pura Sangre en cuanto a proporciones. Muy simpáticos e inteligentes, son excelentes mascotas y pueden adiestrarse fácilmente.
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Pero quienes piensen que sus cualidades acaban ahí se equivocan. El Falabella es también una raza de caballos extremadamente resistente, capaz de adaptarse a una gran variedad de climas, por ejemplo. Suelen tener instintos agudos y viven de 40 a 45 años, un periodo de tiempo extraordinariamente largo.
"Aparte de su diminuto tamaño, los Falabella muestran unas condiciones de docilidad, fuerza y adaptabilidad superiores a las de cualquier otro tipo de caballos similares e incluso a las de muchos de sus parientes de mayor tamaño. Las pruebas de fuerza realizadas demuestran que son extremadamente fuertes, similares a los caballos de tiro y de silla, que son de mayor tamaño", afirma Falabella Internacional.Asociación para la Preservación.
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