Si hoy en día besarse en la boca es una de las demostraciones de afecto y romanticismo más democráticas y globalizadas, ¿alguna vez te has parado a pensar en el origen de esta costumbre? Sí, porque un día en la historia de nuestros antepasados, alguien miró a otra persona y decidió rozar sus labios, mezclar sus lenguas y todo eso que ya conocemos de memoria. Después de todo, ¿de dónde viene besarse en la boca?
No hay constancia de besos en la boca en la prehistoria, y mucho menos en Egipto -y la civilización egipcia es conocida por su falta de timidez a la hora de dejar constancia de sus aventuras sexuales-, lo que nos da una pista: besar en la boca es una envidia relativamente moderna.
El primer registro de dos personas besándose apareció en Oriente, con los hindúes, hacia el año 1200 a.C., en el libro védico Satapatha (textos sagrados en los que se basa el brahmanismo), con muchas referencias a la sensualidad. En Mahabarata , poema épico presente en la obra con más de 200.000 versos, la frase: "Puso su boca en mi boca, hizo ruido y eso produjo en mí un placer" No deja lugar a dudas de que en aquella época alguien había descubierto las delicias de besar en la boca.
Ver también: Aprende a pintar una increíble puesta de sol en sencillos pasosUnos siglos más tarde, numerosas alusiones al beso aparecen en el Kama Sutra, y aclaran de una vez por todas que está aquí para quedarse. Una de las obras más famosas de la humanidad, sigue detallando la práctica, la moral y la ética del beso. Sin embargo, si los hindúes ostentan el título de inventores del beso en la boca, los soldados de Alejandro Magno fueron los grandes difusores de la práctica, hasta convertirla enllegó a ser bastante común en Roma.
Ver también: Una joven graba el acoso sexual dentro de un autobús y denuncia el riesgo que sufren las mujeresA pesar de los infructuosos intentos de la Iglesia por prohibir el beso, en el siglo XVII ya era popular en las cortes europeas, donde se conocía como "beso francés". Conviene recordar que el beso en la boca es una práctica sólo presente entre los seres humanos, que han transmitido la enseñanza de generación en generación: "Besarse es un comportamiento aprendido y me atrevo a decir que surgió como un saludo derivado de la costumbre de nuestros antepasados de olerse el cuerpo. Tenían un olfato muy desarrollado e identificaban por el olor, no por la vista, a sus parejas sexuales." afirma el antropólogo Vaughn Bryant, de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
Para el padre del psicoanálisis -Sigmund Freud- la boca es la primera parte del cuerpo que utilizamos para descubrir el mundo y satisfacer nuestras necesidades, y besar es el camino natural hacia la iniciación sexual. Sea como fuere, besar es más que sexo y mucho más que una simple convención. Es lo que nos diferencia de otros animales y la prueba de que todo ser humano necesita un poco de romanticismo.