Sarah B. Hrdy La antropóloga y profesora emérita de la Universidad de California escribe extensamente sobre la ciencia de la maternidad humana. La autora tiene una visión revolucionaria e incluso controvertida sobre el tema y, según ella, el instinto maternal, esa actitud femenina supuestamente programada, no existe.
Cree que lo que ocurre en realidad es una predisposición biológica a invertir en el niño, determinada por la fría relación entre coste y beneficio.
"Todas las hembras de los mamíferos tienen respuestas maternales, o 'instintos', pero esto no significa, como se suele suponer, que toda madre que da a luz esté automáticamente [preparada] para criar a su prole" dice Hrdy. "En cambio, las hormonas de la gestación estimulan a la madre para que responda a los estímulos de su bebé, y tras el nacimiento, paso a paso, va respondiendo a las señales biológicas".
Ver también: Evolución del logotipo de Pepsi y Coca-ColaSarah llegó a la conclusión de que las mujeres no aman instintivamente a sus bebés y, al igual que otras hembras del reino animal, no se encariñan automáticamente con su hijo. El instinto maternal, tal como lo concebimos, no existe. El amor incondicional de madre a hijo tampoco se basa en un requisito biológico.
Las mujeres no nacen con una válvula que las predisponga a querer tener hijos. Y sólo la genética hace que las hembras que tienen hijos les proporcionen las condiciones para un crecimiento adecuado.
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