Pensar en un conejo suele llevarnos a sentir de inmediato la suavidad y simpatía de un animal sencillo e irresistible, cubierto de pelaje, que mueve la punta de la nariz y salta como la encarnación de la monada. También podemos pensar en la Pascua cuando vislumbramos sus largas orejas, o incluso en el conejo como símbolo de la fertilidad, por la rapidez con la que se reproduce, o incluso en laconejo de Alicia en el país de las maravillas - Porque así es como algunos ilustradores medievales retrataron al animal: era habitual que los manuscritos y libros de los siglos XII y XIII estuvieran adornados con ilustraciones en los márgenes del texto, y muchas de ellas mostraban a conejos cometiendo las atrocidades más inimaginables.
Ver también: '¿Ya se acabó, Jessica?': un meme cede la depresión y el abandono escolar a una joven: 'El infierno en vida'También conocidas como "marginalia", las ilustraciones alrededor de los manuscritos en la Edad Media eran un arte común, que solía mostrar animales, elementos de la naturaleza, bestias míticas imaginarias, seres antropomórficos y más... y tales ilustraciones eran también espacio para la sátira, para la creación de humor. Eran las llamadas "drôleries", y las imágenes recurrentes de conejos asesinos, luchando entre sí,atacar a la gente e incluso decapitarla probablemente entre en esa categoría.
El objetivo más probable de retratar a un conejo como un animal aterrador y asesino era el sentido cómico: lo inimaginable puesto ante los ojos atrae y alcanza la gracia del absurdo. Sin embargo, hay quien dice que la ternura no era el único sentimiento que provocaba la bestia: debido a su rápida e intensa reproducción y a su hambre voraz, los conejos fueron vistos en su día como un problema similar a unEn la Edad Media, por ejemplo, había que combatir a los conejos en las Islas Baleares (España) porque se comían toda la cosecha y provocaban hambrunas en la región.
Ver también: La historia de la mujer que, a través de sueños y recuerdos, encontró a la familia de su vida pasadaMezclar lo tierno con lo amenazador es un rasgo recurrente en la animación, por ejemplo. Es posible, por tanto, que tales drôleries combinen la sátira con un problema social real de la época -significado, quién lo diría, por uno de los animales más adorables y queridos del planeta. Tal vez el espíritu provocador e incluso amenazador que se esconde tras la gracia de un personaje como Bugs, por ejemplo, provenga de este antiguotradición medieval- y los marginales de la época eran las caricaturas de la modernidad.