La OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte de que una de cada cuatro personas sufrirá un trastorno de estrés a lo largo de su vida. Son varios los factores asociados al estrés diario, y la excesiva cantidad de información y estímulos que recibimos a diario tiene una relación directa. Sin embargo, hay formas de afrontarlo y la respuesta puede ser sumergirse en una piscina deprivación sensorial.
En un entorno totalmente oscuro, donde no hay diferencia entre cerrar o mantener los ojos abiertos, la temperatura del agua está calculada al milímetro para mantener la misma que nuestro cuerpo y el agua salada, para muchas personas esta sensación de vacío total y privación de los sentidos puede ser una herramienta útil, sin contraindicaciones, para reducir el estrés.
Desarrollados por investigadores holandeses, los tanques de flotación fueron inventados en 1954 por John C. Lilly, con el propósito de investigar cómo reacciona el cerebro cuando se le cortan todos los estímulos sensoriales. La práctica vivió su apogeo en la década de 1980, cuando empezaron a abrirse varios centros de flotación por todo el mundo, entre ellos uno que el chef Anthony Bourdain atendió con su equipo tras horas de trabajo ininterrumpido.
Ver también: Milton Nascimento: su hijo detalla su relación y revela cómo un encuentro 'salvó la vida' del cantanteSi ha visto la serie Stranger Things Te habrás dado cuenta de que Eleven -Millie Bobby Brown- es capaz de acceder a un universo paralelo mientras flota. Según los investigadores, cuando experimentamos esto, somos capaces de acceder al estado meditativo que sólo alcanzan los muy experimentados. La buena noticia es que podemos crear un tanque de privación sensorial en cualquier bañera, sin depender de spas o¿Tiene bañera en casa?
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