Si te gusta la idea de aventurarte en la cocina y eres fan de un buen yogur, ¿qué tal si pruebas una receta fácil de hacer en casa? El producto lácteo se puede encontrar en cualquier supermercado, pero la experiencia de hacerlo casero, además de ser más barata, puede convertirse en una verdadera terapia.
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Para hacer yogur casero, se necesitan unos cuantos ingredientes sencillos:
- Una sartén normal
- Un frasco de vidrio con tapa
- Un litro de leche entera (cuanto más fresca y natural, mejor)
- Un yogur natural sin azúcar (para que actúe como cultivo base de los lactobacilos).
- Una toalla o paño de cocina
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El inicio del proceso consiste en calentar la leche para evitar la presencia de otras bacterias en nuestra receta. La temperatura de calentamiento debe rondar los 80°C o 90°C. Cuando la leche empiece a burbujear, baje la temperatura a 45°C. Espere a que se enfríe un poco y, con las manos muy limpias, evalúe con un dedo si ya es posible sumergirlo en la leche sin notar demasiado el líquido.Si es así, es perfecto (simplemente no dejes que se enfríe demasiado, la temperatura ideal es templada).
Ha llegado el momento de utilizar el yogur que has comprado. Colócalo en un recipiente y mézclalo con un cazo de leche templada. A continuación, transfiere todo el líquido resultante al resto de la leche y vuelve a mezclarlo. Introduce el líquido en una botella de cristal y déjala bien cerrada. Guarda la botella en un lugar con una temperatura suave, de unos 20°C.
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Para el proceso de fermentación, enciende el horno y espera a que se caliente hasta que esté templado. Cuando lo haga, apágalo y utiliza la toalla para envolver el recipiente del yogur. Después, colócalo ahí durante unas 12 horas.
Pasado este tiempo, vuelve a llevar la botella al frigorífico para que se enfríe y deje de fermentar. No te alarmes si, al final del proceso, queda un poco de suero flotando encima del yogur, es normal.
Ver también: Una mujer iraní recrea naipes con diseños LGBTQ+; el comodín es una madre lactanteSi decides repetir la receta, recuerda guardar un poco de yogur para utilizarlo como cultivo en futuras recetas.