En la cocina japonesa siempre hay secretos bien guardados que se remontan a miles de años atrás, tanto en lo que se refiere a nuevos y refinados sabores como a los beneficios que estos alimentos pueden ofrecer para la salud. El último tesoro revelado directamente desde el fondo de los mares de la isla de Okinawa es un alga llamada mozuku. Llena de beneficios para la salud y muy utilizada en la cocina tradicional japonesa -considerada comouno de los secretos de la longevidad de los habitantes de la isla- entre muchos, el mozuku tiene una peculiaridad en su cosecha: debe ser aspirado del fondo del mar.
Ver también: En aumento, los carlinos sufren problemas de salud derivados de la intervención humanaLas algas se plantan en redes en el fondo de los mares poco profundos, limpios y templados de la isla de Okinawa, el único lugar del mundo donde se cultiva el mozuku. Las técnicas de cultivo y recolección con una aspiradora acuática gigante se desarrollaron hace 50 años, y se caracteriza por ser sostenible y no crear ningún exceso de residuos. Se cultiva en un área poco profunda de 300 metros cuadrados, en temporadacosecha es posible aspirar más de una tonelada de mozuku al día.
Llena de nutrientes, el alga, además de ser sabrosa, es baja en calorías, rica en fibra, minerales, sodio, magnesio, potasio, yodo, hierro, zinc, varias vitaminas, y también ofrece un efecto antioxidante, probióticos -ayudando a la digestión y a la pérdida de peso- y también DHA y EPA, ácidos grasos de la familia omega 3, aportando así mejoras a la salud cognitiva y cardiovascular. Es unasuperalimento, y la única amenaza para este tesoro es, como siempre, el ser humano.
Ver también: 25 fotos icónicas del pasado que definitivamente tienes que verLa basura en los mares, además de contaminar el agua y afectar a la calidad de las algas, también crea una barrera para que el sol llegue a la planta, elemento fundamental para su mejor desarrollo. "No importa qué técnicas se desarrollen, si el medio ambiente sigue contaminado, la producción será cada vez más difícil", afirma Tadashi Oshiro, uno de los cultivadores marinos más experimentados de Okinawa, productor demozuku, y protagonista del vídeo de abajo. Como en toda la naturaleza, los tesoros están disponibles, para ser cultivados, disfrutados pero también cuidados... o viviremos como la basura que arrojamos al mar.