Los sueños son expresiones de nuestro inconsciente, que no siempre se presentan de forma literal o incluso ilustrativa - la mayoría de las veces son como señales de impulsos, deseos o traumas, sin una funcionalidad o significado directo. Pero a menudo los sueños son también un campo de juego de posibilidades mientras dormimos - en el que podemos volar, marcar el gol de la victoria frente a nuestroTodo el mundo ha tenido uno de estos deliciosos sueños, pero son raros aquellos en los que sabemos que estamos soñando y nos damos cuenta de que somos capaces de controlar lo que ocurre. Son los llamados "sueños lúcidos", un fenómeno que no sólo se explica sino que podemos estimular.

Aunque se trata de un fenómeno poco frecuente -se calcula que sólo tenemos unos 10 a lo largo de nuestra vida-, los especialistas aseguran que existen prácticas que se pueden realizar para estimular los sueños lúcidos. Según los informes, el entrenamiento y los cambios de hábitos crean un tipo de sueño más abierto a este tipo de sueños -que se diferencian de los sueños vívidos, aquellos que parecen muy reales, queSe trata de técnicas indirectas, que requieren constancia y dedicación, pero que pueden, según los especialistas, aumentar la incidencia de los sueños lúcidos. Además de ser tema de películas, los sueños lúcidos se han utilizado no sólo para ayudar a combatir problemas emocionales, facilitando la resolución de asuntos de lavida de vigilia, así como para facilitar que salgamos de las pesadillas, sobre todo de las recurrentes.

La primera práctica sugerida es poner la alarma antes de la hora habitual de despertarse. De esta forma, nos despertamos todavía en la fase REM del sueño, cuando los sueños son más intensos. La sugerencia es concentrarse en el sueño y volver a dormir - de esta forma es más posible volver al sueño con lucidez. Concentrarse en lo que se quiere soñar antes de dormir y, por la mañana, escribirlo es otraTécnica recomendada - también puedes utilizar una grabadora, y hacerlo nada más despertarte. No es recomendable el uso exagerado de la televisión, el ordenador o el smartphone, especialmente antes de dormir. Son sugerencias que pueden tardar en hacer efecto, pero que ayudan a ponernos en ese estado de sueño lúcido.